¡Nunca olvidaré aquellos tiempos!

Ya ha pasado una semana desde que volví al frío de los Países Bajos y miro atrás, a esos increíbles tres meses en Israel.

Hice un bello e inspirador trabajo con residentes discapacitados de ADI Negev. A veces el trabajo era agotador, pero otras muchas veces era un trabajo gratificante. ¡Me reía cada día junto a los residentes!

También pude conocer al personal, y a pesar de las diferencias culturales y algunos problemas con el idioma, ¡pasé momentos geniales con ellos!

La mayoría de los otros voluntarios eran también holandeses, y como vivíamos y trabajábamos juntos cada día, ¡nos convertimos en mejores amigos! También pude conocer voluntarios judíos y algunas personas del barrio con los que entablamos amistad.

Además del trabajo, teníamos tiempo libre para visitar lugares como Jerusalén, Tel Aviv, el Mar Muerto, etc. Dos semanas antes de irme, pasé 5 días viajando por el norte, donde la naturaleza era muy diferente de la de Negev.

Quiero agradecer a todo el mundo que conocí allí. Aprendí tanto sobre el país, la gente, las culturas, y cómo pude vivir entre todo aquello . ¡Creo que fue una bendición de Dios el vivir, trabajar y viajar allí! Nunca olvidaré aquellos momentos. Y por supuesto… algún día volveré ❤️. Que Dios os bendiga.

Eline

Ayuda a los niños de ADI a tener más razones para sonreír

Podemos marcar la diferencia en las vidas de los niños israelís con capacidades severas y complejas, ¡y tú también puedes! Financiando uno de nuestros muchos proyectos transformativos, darás la oportunidad a los niños, a pesar de la gravedad de sus discapacidades, de darle sentido a su vida y mejorar la calidad de ésta.