Mantén la calma y hazte voluntario

“¿Por qué no tienes miedo?”, me pregunta mucha gente.

“¿De qué?”. Tenemos mido de cosas que no conocemos. Pero yo quería saber cómo era la realidad en Israel. Así que salí de mi zona de confort; una puerta de embarque del aeropuerto polaco. Fue uno de los mejores pasos que he dado en mi vida hasta ahora.

No sabía lo que iba a ocurrir y ahora, para mí, es algo sobrenatural que yo, una chica tímida de pueblo, volase a Israel para cuidar de niños con discapacidad mental durante 3 meses. Sinceramente, a pesar de los obstáculos y las dificultades, todo valió la pena. Este viaje cambió mi punto de vista sobre el regalo que es la vida en sí.

Se lo recomiendo a todo chico o chica tímida, que no son perfectos ni seguros de sí mismos, pero que quieren ser mejor persona.

No debes de tener miedo. No hay ninguna razón.

Con amor, Ula